Mantener una dieta equilibrada es esencial para gozar de buena salud, tener energía y prevenir enfermedades. Sin embargo, en un mundo donde abundan las opciones de comida rápida y procesada, puede ser difícil saber por dónde empezar. A continuación, le ofrecemos una guía sencilla sobre cómo llevar una dieta equilibrada.
¿Qué es una dieta equilibrada?
Una dieta equilibrada es aquella que proporciona los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo, incluyendo carbohidratos, proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales. No se trata de eliminar alimentos, sino de saber escoger y combinar los grupos alimenticios en las proporciones adecuadas.
1. Variedad de alimentos
El primer paso para una dieta equilibrada es asegurarse de consumir una amplia variedad de alimentos. Los diferentes grupos alimenticios tienen distintos nutrientes que son esenciales para el cuerpo. Incorpore todos los alimentos del plato del buen comer. Cuanto más variada sea su dieta, mayor será la cantidad de nutrientes que obtendrá.
2. Control de porciones
Incluso cuando se trata de alimentos saludables, el control de las porciones es clave. Comer en exceso puede llevar a un aumento de peso, lo que puede tener consecuencias negativas para la salud. Un buen truco es usar platos más pequeños para controlar la cantidad de comida que consumes.
3. Carbohidratos complejos y fibra
El cuerpo utiliza principalmente hidratos de carbono como fuente de energía, pero no todos los hidratos de carbono son iguales. Opte por carbohidratos complejos como los que se encuentran en granos enteros, legumbres y verduras, en lugar de los refinados. Estos proporcionan energía de forma sostenida y ayudan a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre. Además, la fibra presente en estos alimentos mejora la digestión y promueve la saciedad.
4. Proteínas magras
Las proteínas son necesarias para el desarrollo y la reparación de los tejidos corporales. Opte por fuentes de proteínas magras como el pollo, el pescado, los huevos, las legumbres y los productos lácteos bajos en grasa. Además, no olvide incorporar proteínas vegetales, como las que se encuentran en las nueces y semillas.
5. Hidratación adecuada
Una dieta equilibrada también incluye una correcta hidratación. Beber suficiente agua es fundamental para que el cuerpo funcione de manera óptima. Se deben consumir al menos ocho vasos de agua al día, aunque este número puede variar según el tiempo y el grado de actividad física.